La obtención de una certificación que formalice la posesión de competencias distintivas favorece el correcto posicionamiento económico. El mercado está dispuesto a reconocer un mayor valor a quienes pueden demostrar objetivamente su profesionalidad y capacidad para realizar su trabajo de forma correcta y completa.
Las ventajas para el profesional que decide certificarse son múltiples: mayor potencial profesional en términos de oportunidades, mayor reconocimiento en el mercado, mejora potencial de la propia carrera profesional y competencias certificadas por un organismo tercero e independiente.