4 junio 2019

La Industria de la Responsabilidad Social

Muchas veces confundimos responsabilidad social con trabajo social. La responsabilidad social en los negocios abarca la identificación y control de todo impacto y obligación que generen las actividades de una empresa en las personas y el planeta durante cada etapa de producción de un bien o servicio. Mientras que el trabajo social son proyectos adicionales diseñados para atacar problemas sociales específicos realizados generalmente de manera voluntaria por ONG’s, gobiernos o empresas con la intención de aportar a la sociedad. Estos proyectos voluntarios forman parte de la responsabilidad social, identificándolos como buenas prácticas en la gestión de la organización.

La revolución industrial, la globalización, la competitividad y la economía de escala han obligado a las industrias a través de la historia a desarrollar prácticas no sustentables de producción, entre ellas, la explotación de la mano de obra en países subdesarrollados, donde no existe un control de las obligaciones y derechos de los trabajadores o una evaluación de impacto ambiental dentro de cadenas de abastecimiento internacional complejas y casi imposibles de trazar.

En la era de la interconectividad y el acceso a big data, los consumidores exigen información sobre la procedencia de los productos y servicios que adquieren, si estos son seguros, confiables y limpios (socialmente responsables).

¿Compraría un producto elaborado por una persona maltratada? ¿En qué medida adquirir ese producto afecta al planeta? ¿Cómo asegurarse de que ese producto es socialmente responsable? Cada vez más consumidores en todo el mundo se hacen este tipo de preguntas y exigen respuestas de sus proveedores (supermercados y marcas) al momento de comprar alimentos, vestimenta, joyería, juguetes, implementos deportivos, electrónicos, vehículos, viviendas e incluso servicios. 

El mercado ha evolucionado y no solo exige calidad sino también respeto a los trabajadores y al planeta. Las empresas han respondido y declaran su compromiso interno de responsabilidad social corporativa y la exigen a sus colaboradores y proveedores, ¿pero cómo se aseguran de su cumplimiento?

La mejor forma sería a través de iniciativas dentro de mega organizaciones de colaboración internacional, donde se han desarrollado parámetros de control, códigos de conducta, estándares certificables, métodos de verificación y formatos de evaluación de las prácticas empresariales para el comercio internacional en cuanto a responsabilidad social, con el fin de conocer su cadena de abastecimiento, los riesgos económicos y reputacionales, identificar tolerancias comerciales y buenas prácticas para una toma de decisión más acertada y preventiva.

Tomando a la ética como la base en los negocios, asegurando buenas condiciones laborales, cumpliendo con normas de salud y seguridad, controlando emisiones y consumo, implementado políticas estrictas transmitidas y aplicadas por cada integrante de la organización, son los lineamientos principales de esta tendencia de mercado, donde todos conocen y respetan los derechos de los demás, cumplen con las leyes y se promueve la protección al planeta.

Las prácticas caducas e ineficientes de administración y el abuso a grupos marginados de la sociedad quedan de lado con programas de inclusión de comunidades vulnerables y minorías, generando un crecimiento equitativo y sustentable en toda la cadena de valor.

Esta es la industria de responsabilidad social que abarca a todo sector de mercado ya que no se enfoca en un producto o servicio sino en las personas que los elaboran, sus familias y el medio donde se desarrollan; una industria de comercio internacional ético donde las empresas evidencian la verdadera sostenibilidad de manera transparente dentro de sus organizaciones y sus proveedores locales e internacionales.

 

Contacto: Ecuador@kiwa.lat