11 junio 2018

América Latina da pasos firmes en la producción sostenible

 

Wiebe Jakob de Boer, embajador de Holanda en Perú, tiene una dilatada trayectoria como miembro de la diplomacia de los Países Bajos. De Boer, ingresó al servicio del ministerio de asuntos exteriores en 1992. Desempeñó cargos en Bruselas, en el ministerio de relaciones exteriores en La Haya y en la embajada del reino de los países bajos en San José, entre otros puestos. Fue jefe de misión, adjunto y jefe del departamento económico en la embajada de Holanda en Chile, director adjunto del departamento de seguridad, crisis e integridad y coordinador de crisis en el ministerio de relaciones exteriores en la haya y embajador del reino de los países bajos en Panamá. Como gran conocedor de nuestro continente sus opiniones resultan de gran interés

Holanda ha sido uno de los países referentes en prácticas a favor del medioambiente, mientras que la mayoría de países de Latinoamérica aún está lejos de generar ese tipo de conciencia. ¿Qué pasos se deben generar para que la región establezca un camino de desarrollo sostenible?

Soy optimista, creo que muchos países de Latinoamérica han dado grandes pasos en los últimos veinte años. Ya se manejan conceptos de medioambiente y de desarrollo verde, a pesar que siempre toma tiempo reconvertir la forma de producir.

Considero que la certificación ha jugado un rol enorme. Muchos mercados, en la actualidad, exigen productos amigables con la naturaleza.  Por ello, para las empresas de la región ha sido muy importante cambiar su manera de producir y obtener certificaciones para sus productos. Fue un reto, no solo para Kiwa BCS Öko-Garantie, sino también para otras certificadoras y para muchas empresas. Esto ha permitido diversificarse con cada uno de los mercados internacionales.

¿Qué países citaría, a modo de ejemplo, que se destacan en este ámbito, en América Latina?

La producción verde en Costa Rica ya tiene una larga trayectoria. También se ha destacado Perú, que exporta al año mil millones de dólares estadounidenses en productos agrícolas a Holanda, y en su gran mayoría son certificados. Este tipo de exigencias van en aumento en Holanda. Las grandes cadenas de supermercados tienen un convenio que establece la adquisición de vegetales amigables con el medioambiente.

Se necesita, por tanto, más inversión en la certificación y en la modernización de la producción. La agricultura en la actualidad es ‘high-tech’, hay escasez de agua, de suelos, hay que tratar los suelos, etc. Se puede ver que ahora la producción de un tomate, por ejemplo, cada año requiere menos cantidad de agua gracias a que hay mejores sistemas de irrigación. En el caso de Perú, la cosecha de arándanos se realiza ahora sin pesticidas.

¿Cómo pueden hacer los pequeños y medianos productores para comercializar más? Si bien la tecnología ayuda, ¿qué más necesitan para ser amigos del ambiente?

Para este grupo la alternativa es juntarse. Tú puedes producir como individuo, pero requieres de capacitación, tecnología, adquirir insumos, etc. Holanda cuenta con un programa para incentivar a pequeños productores para la exportación. Ofrece capacitación que se ejecuta a través de un convenio con las cámaras de comercio locales. Se envía a los expertos y más adelante estos pequeños productores llegan al mercado europeo y participan en exposiciones, por ejemplo.

Es importante saber qué hacer. Perú posee una variedad de tres mil tipos de papas distintas. Este es un valor agregado y un ejemplo. Otro es un proyecto que tenemos con el banco holandés FMO que financió un proyecto con Machu Picchu Foods (compañía peruana líder en el mercado de chocolate). Se otorgó un crédito de diez mil dólares de EE.UU. para que pueda aliarse con pequeños productores de cacao (aproximadamente mil quinientos productores). Hoy cuentan con una línea de chocolate que se comercializa en Estados Unidos y Europa. Un programa de cacao certificado que cuida el medioambiente.

¿El ser amigable con el medioambiente como productor no trae, también, repercusiones en los países de la región en el aspecto económico y social, pues a mayor tecnología, menos mano de obra?

Considero que al final de cuenta la tecnología va a causar desempleo de trabajo tradicional pero al mismo momento genera nuevo trabajo. Sin embargo, nunca hemos tenido más puestos de trabajo en Holanda como hoy, y mañana tendremos más. Porque la economía crece y seguirá creciendo. Por tanto, siempre habrá empleos nuevos. Es un proceso muy gradual, hoy existen empleos amigables con el medioambiente y mejor pagados. Para salir de la pobreza se debe producir más. No se puede cambiar al mundo. Hay que ayudar a los pequeños productores para que produzcan más y mejor. Ser un productor mejor pagado. En vez de comercializar papas o arroz, que le apuesten por el cacao o el café...

En Panamá cuentan con la producción de un café muy especializado. Este proceso les ha costado veinticinco años. Se vende a mil quinientos dólares la libra, es un ejemplo extremo. No necesitas desarrollar el mejor café del mundo para mejorar tu situación. Además, con este tipo de precio se puede invertir en hacer una producción limpia.

¿Qué les aconseja a los países de Latinoamérica, que sus productores se unan, que haya alianzas estratégicas?

Hablar con sus gobiernos, con las cámaras de comercio, con otros productores, etc., para tener un desarrollo de calidad. América Latina, en muchos países, va en buen camino, pero estamos hablando de millones de personas implicadas, lo cual toma tiempo.

En Perú hay empresas muy grandes y modernas en la ciudad. En la selva, pequeñas y medianas, que hoy se han juntado y tienen una vida mejor. Aún hay valles donde los pequeños productores reciben un precio muy bajo y el intermediario gana la mayoría.

Los consumidores deben ser más exigentes en el tema ambiental, como pasa en Europa y Estados Unidos. Nuestras importaciones de fruta cada año son más sostenibles. Es un proceso largo que no cambia en un año.

En Holanda existe la mejor universidad del mundo, en lo referente a estudios sobre agricultura. La Universidad de Wageningen envía expertos para capacitación y desarrollo de proyectos. Tecnología y modernización son importantes. Hace diez años no se cultivaba arándano en Perú por su temperatura, pero hoy esta fruta incluso es más grande que la de Chile y con un sabor excelente.

¿Qué otras iniciativas tiene Holanda para implementar en los países de la región?

 Cuenta con un montón de iniciativas. Estamos presentes en puertos con el objetivo de desarrollar nuevas tecnologías para evitar la contaminación. En Los Ángeles, por ejemplo, los puertos tienen electricidad para que los barcos se conecten y se carguen, evitando la contaminación de gigantescos motores de diésel. Esto ya se está introduciendo en América Latina, no solo tecnología sino también con capacitación.

Al momento desarrollamos un proyecto para introducir la bicicleta como medio de transporte diario en Lima y Bogotá. Hemos organizado una bicicletada para hacer publicidad.

En Holanda construimos parques de molinos en el mar, que van a producir energía para cinco millones de familias. Estas tecnologías se están introduciendo en América Latina. La energía eólica siempre ha requerido un subsidio. Hoy es más barata y compite con el petróleo.

¿Cómo ve a América Latina?

América Latina está en buen camino, pero se debe trabajar con los gobiernos, con las universidades, con las empresas. Siempre este triángulo es importante para cumplir objetivos. Una empresa como Kiwa BCS Öko-Garantie ayuda muchísimo en este proceso de modernización, ya que con la certificación las compañías saben qué se está haciendo y da fortaleza a su proceso de producción, aumenta la calidad, la autoestima de la gente y se da a conocer en el exterior que es garantizada. La sostenibilidad es clave.

 El peso del sector agropecuario en las exportaciones regionales ha aumentado fuertemente en este siglo, pasando del 17% en 2000 al 26% en 2016. Y este incremento tiene su correlación en el peso de la región en las exportaciones agropecuarias mundiales, que para el mismo periodo han pasado del 10% al 13%.

Esta importancia del sector es ratificada por el organismo regional de las Naciones Unidas, que destaca que las exportaciones agropecuarias de América Latina y el Caribe sólo se contrajeron un 1% frente al 21% del total de las ventas multisectoriales al extranjero entre 2012 y 2016. Estos datos, muy positivos, contrastan con un modesto desempeño exportador en productos elaborados pero avalan la posición determinante de los productos agrícolas y ganaderos en el presente y el futuro del continente.